sábado, 9 de julio de 2011

LA PRIMERA RESIDENCIA UNIVERSITARIA ESCOLAPIA

Nacimos como un pequeño grupo de jóvenes, aproximadamente hace un año atrás, con una ilusión de vivir desde nuestros carismas la vida de Calasanz. En ese trayecto soñamos con un futuro mejor de cambiar nuestras vidas, de seguir adelante en nuestros estudios, de iniciar una nueva etapa viviendo los valores y principios Escolapios desde nuestra fe.

Es verdad que en el presente todavía no somos nada, un puñado de jóvenes que están en camino, pero cada vez con más fuerza. Nos sentimos llamados por Dios y atrapados por el carisma de Calasanz.

Es así como, siempre buscando algo diferente en el futuro, iniciamos este reto. Pero el presente es lo más importante. Es por eso, damos el primer paso de consolidar la primera residencia universitaria para los laicos Escolapios de Bolivia, aunque es cierto, esta residencia de momento no acoge a todos, sino a cuatro universitarios, quienes comparten sus sentir de los primeros meses, de esta manera:

“La casa donde vivimos, que hoy es llamado residencia es muy bueno por que tiene todas los necesidades para que pueda vivir un estudiante, además se encuentra a poca distancia de universidad Mayor de San Simón, por consiguiente a pasar clases vamos a pie. Por otro lado la residencia se encuentra en un lugar donde hay poco ruido de automóviles y otras maquinas”. (Adilmar Soria)

“Antes yo vivía en un alquiler en la cual me sentía incomodo por varias razones. Primero, porque la casa se encontraba casi a 5 Km de la universidad y eso me quitaba una media hora de tiempo, incluso hasta una hora cuando había trancaderas de automóviles, es más, cuando había bloqueos tenía que venir a pie a la universidad. Segundo, tenía que pagar alquiler. Tercero, en las mañanas tenía que esperar de 30 a 45 minutos en la avenida para tomar el colectivo porque todo el mundo venía lleno de pasajeros, así, de vez en cuando podía coger con facilidad el colectivo…. Así entre otras cosas más. Pero ahora, en esta residencia me siento muy contento y cómodo porque tiene los servicios básicos necesarios como: luz, agua potable, baño, ducha con agua caliente.

La residencia tiene tres cuartos y una cocina mediana, el piso es de machimbre, el lugar es muy bueno, aunque por ahora nos falta una computado y los armarios, pero ya vamos equipando poco a poco. Además queda cerca a la universidad y así vamos a pie todos los días. Tardamos 15 minutos hasta la U. En efecto, es más que ayuda económica, no sólo economiza el tiempo por la cercanía que se encuentra a la universidad sino también ahorramos platita que nos sirve para la compra de material de estudio. Pues yo quiero agradecer de manera muy cordial al P. Pedro Lasheras por este logro y también a la fundación Ítaka Escolapio por ese apoyo incondicional que ofrece.

Hasta ahora somos cuatro, llevamos muy bien, los muchachos son muy acogedores, respetuosos y amigables, además son compañeros de la formación laical. Deseo que esto pueda crecer y ampliarse más, crear otras residencias para los otros compañeros del grupo laical y los que necesitan este apoyo.” (Félix F.)