domingo, 3 de agosto de 2014

PERALTA 2014: CARTA ABIERTA A QUIENES CONFORMÁIS LAS ESCUELAS PÍAS

Estimados religiosos escolapios, miembros de la Fraternidad Escolapia, personas que compartís la misión escolapia, colaboradores y colaboradoras:
Participantes en Peralta 2014
Durante la última semana de julio, hemos celebrado en Peralta de la Sal, bajo la presidencia del P. General, la I Asamblea de la Fraternidad General y el Encuentro de Responsables de Integración Carismática y Misión Compartida de la Orden.

Lo primero que os queremos comunicar es nuestro gozo y alegría. Han sido unos días de intensa reflexión, de trabajo y, también, de una profunda vivencia de comunión. En estos días hemos conocido mejor los esfuerzos que muchos religiosos y laicos escolapios están realizando en todo el mundo para fortalecer el sujeto escolapio que lleva adelante nuestra misión, allá donde el Espíritu nos ha llamado.
Hemos constatado con gozo que miles de personas, religiosos, laicos y laicas, han recibido de Dios el don y la tarea de seguir a Jesucristo continuando la Misión de José de Calasanz, cada uno según su vocación específica. Muchas personas, lo hacen junto con los religiosos escolapios, desde su pertenencia a alguna de las nueve Fraternidades Escolapias que hoy existen en otras tantas demarcaciones de la Orden. Otras lo hacen desde su deseo de compartir la misión escolapia y colaborar en diversas plataformas de educación formal y no formal, según las modalidades del Proyecto Institucional del Laicado, que la Orden puso en marcha hace ya dieciocho años.

Nos encontramos con alegría, que el testimonio de fe y perseverancia que han dado a lo largo de la Historia tantos religiosos escolapios, ha dado un abundante y diverso fruto en todo el mundo. Además de las necesarias vocaciones religiosas escolapias, han surgido multitud de vocaciones escolapias en personas que desean ser seguidoras de Calasanz desde su propia vocación laical.
De este modo, descubrimos que las Escuelas Pías que asumen la tarea encomendada por Dios y la Iglesia a nuestro fundador, hoy las conformamos una Orden centenaria que sigue recreándose en nuevos lugares, junto con una Fraternidad que,