miércoles, 31 de agosto de 2011

¿Quíenes somos?

1.       LÍNEAS ENTRELAZADAS
El logo lo componen una serie de líneas entrelazadas que simbolizan camino, proceso, itinerario. Las líneas son diversas, de diferentes colores, como lo es la realidad del Movimiento Calasanz: diferentes continentes, demarcaciones, contextos, realidades eclesiales. El Movimiento no pretende homogeneizar el trabajo en pastoral, sino enriquecerse de la diversidad existente y necesaria. Todas las líneas son imprescindibles para formar el conjunto, y todas las líneas juntas, a pesar de su diversidad, forman una unidad reconocible.

2.       LÍNEAS QUE  CAMINAN HACIA CRISTO
Las líneas (procesos) tienen un destino hacia el que caminan: el encuentro con Cristo simbolizado en la cruz. Pero la cruz la componen las mismas líneas que representan el camino, el proceso vital y vocacional de los jóvenes y los grupos que forman. Esto tiene un doble significado. Por una parte simboliza que el camino es el propio Cristo (“Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”); por otra parte tiene el significado eclesial de que todos, en la Iglesia, formamos el Cuerpo de Cristo.

3.       LA BARCA
Las líneas entrelazadas definen la silueta de una barca. En el Evangelio, la barca siempre es símbolo de comunidad. El Movimiento Calasanz tiene en la comunidad el medio (proceso de grupos) y la meta (desembocadura) de su proceso pastoral. Y en la barca está presente Cristo (cruz). Recordemos en el Evangelio lo que ocurre en la “barca de la comunidad” cuando Jesús está dentro y cuando Jesús está fuera (o dormido). Queremos navegar con Jesús bien despierto en medio de la comunidad.

4.       CALASANZ
Todo lo anterior queda coloreado por un carisma, el escolapio, que nos lleva a ser y hacer de un modo concreto en la Iglesia, en el mundo, y en la Pastoral. Nuestra barca tiene un nombre claramente reconocible, que nos IDENTIFICA: Calasanz, en movimiento.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Conclusión del retiro

El grupo laicado escolapio nace hace un año y medio atrás en esta ciudad. En la que venimos reuniendo cada sábado para tocar temas de mucha relevancia en el plano del cristianismo, específicamente de la vida de  Jesús y Calasanz, que son pilares fundamentales para el crecimiento de nuestra comunidad escolapia desde la fe. Es por ello trazamos una meta como la fraternidad escolapia. Para ello necesitamos romper muchos valladares.
Así este puñado de jóvenes vamos irguiendo paulatinamente ese sueño anhelado con mucho valor, aunque con algunos trastabillos, pero esa convicción depositada en nuestro señor nos llevará a la meta. Efectivamente, vamos a tener muchos tropiezos, pero, si todos y cada uno nos apoyamos y unimos, con seguridad roturamos cualquier impedimento o inconveniente.
Este primer retiro que hemos realizado, es otro paso para continuar el camino. En esta oportunidad vivimos una nueva experiencia, una nueva etapa, en la que tocamos temas trascendentales: la Fe, la Eucaristía y algunos esbozos de la vida comunitaria. Pero también hemos compartido mucha amistad, cariño y complementariedad. La felicidad, la alegría el entusiasmo se pintaba  en el rostro de cada uno. En realidad fue una nueva experiencia.
Para nosotros relacionarse por medio de vivencias grupales, es condición fundamental de crecimiento y de relaciones interpersonales, en las cuales deben formarse auténticos valores humanos, la fraternidad, la colaboración y el diálogo, debemos aprender a hablar de nosotros y no de tú, él o ellos. Y para que estos sueños se hagan realidad es necesario conducir a los jóvenes, niños, adultos y a todos por los caminos de responsabilidad consigo mismo y con los demás. No podemos cerrar los ojos a los problemas de deshumanización en el mundo. Pero vuelvo a repetir, no es fácil alcanzar, porque estamos atreviendo incursionar algo nuevo y  esto implica subir a la barca y  correr el riesgo de  sacrificio e incertidumbre.

lunes, 15 de agosto de 2011

Retiro, un tiempo para Dios

En el léxico común y cotidiano de las personas se suele entender de manera errónea el término de retiro. Y ¿Qué indica ese término? Indica a todo cristiano sencillamente un tiempo para Dios. Precisamente éste tiempo fue dedicado a Dios. Todos los laicos bolivianos hemos dedicado nuestro tiempo, un momento de nuestro tiempo a Dios. Específicamente los días 30 y 31 de Julio.

¿Cómo es posible dedicar el tiempo y más precisamente nuestro tiempo? ¿Se puede dedicar el tiempo como si fuésemos dueños del tiempo? ¿Qué significa dedicar o dar el tiempo? Cada integrante del grupo llegó desde su lugar, su espacio individual a otro espacio destinado a la comunión. Este espacio comunitario no pudo darse si es que cada uno no hubiese dado su tiempo. Cada uno ha donado su tiempo, un tiempo para hacer comunidad y festejar en común “el nombre del Padre”.

Dar el tiempo es darlo todo. Dicho de otro modo, en nuestro tiempo se nos va la vida, damos la vida en este tiempo que donamos a Dios.

En lo personal, la tarde del 30 y la mañana del 31 de julio, sentí que el tiempo se había detenido o, dicho de otra manera, que el tiempo había cedido a favor de un pedacito de eternidad. Era tan grande la alegría que se manifestaba en cada uno que al final nadie habrá de olvidar esta experiencia, la experienciade compartir nuestro tiempo con Dios haciendo comunidad.

Juan Ocampo Machicado

lunes, 1 de agosto de 2011

Laicos: fue una experiencia inolvidable!

Desde la tarde del día sábado 30 y la mañana del domingo 31 del presente, el grupo de laicos que está en formación, estuvo de retiro en la “casa de retiros Betania”. Esto se venía programando desde hace mucho pero que por motivos de las clases y horarios de los chicos no había sido posible. En esta oportunidad se aprovechó el corto receso de las clases de la Universidad.

Fue una experiencia maravillosa, donde participaron casi todos los jóvenes. Se habló de temas como: nuestra fe; la Biblia y nosotros; la Eucaristía; y la elaboración de las propuestas de cara al futuro.

En la foto: todos los que estuvieron presentes en el retiro.

Pronto más detalles de este retiro…!