jueves, 25 de noviembre de 2010

Los laicos ante nuevos tiempos de misión

“Debido a las nuevas situaciones, no pocos Institutos han llegado a la convicción de que su carisma puede ser compartido con los laicos”. En los últimos tiempos numerosos laicos han sentido la llamada a participar en la misión de la Iglesia a través del carisma escolapio, viviendo la espiritualidad y misión que recibió Calasanz.

Los elementos que resumen este hecho:

  1. En la decisión de esos laicos se encuentra una llamada de parte del señor: quieren vivir el seguimiento de Jesús y su colaboración en el anuncio del reino, en la escuela y carisma de Calasanz, pero en la vida laical.
  2. En la libertad omnímoda del Espíritu Santo que distribuye sus carismas como quiere, donde quiere, cuando quiere y a quién quiere, muchos laicos puedes ser llamados a participar del mismo carisma Escolapio del que participan religiosos escolapios, aunque lo hayan de vivir en otra forma de vida.
  3. Un mismo carisma puede ser vivido y realizado de formas distintas, lo que induce a distinguir en el carisma unos elementos substanciales, que siempre han de ser presentes, y otros contingentes, que pueden expresarse de diversos modos a la hora de encarnar un mismo carisma.

Esta participación en el carisma requieres la vivencia de las tres vertientes del mismo: Espiritualidad, comunidad y misión.

  • La espiritualidad: un modo peculiar de concebir y vivir el misterio de Dios en Cristo Jesús, ya que ese misterio es inabarcable y cada fundador lo ha percibido desde una vertiente particular, aquella que ha recibido por gracia.
  • La vida fraterna en Comunidad: un estilo peculiar de relación fraterna entre los miembros del Instituto.
  • El misterio o misión: una forma particular de “diakonía” o servicio en la misión de la Iglesia, que se expresa en trabajo determinado.

lunes, 8 de noviembre de 2010

LA LEY CONTRA EL RACISMO

P. Gregorio Iriarte o.m.i.

LA LEY CONTRA EL RACISMO Y CONTRA TODA FORMA DE DISCRIMINACIÓN , lamentablemente, se queda corta, muy corta, a pesar de su largo enunciado.

EL problema del racismo y de la discriminación tienen raíces muy hondas y hay que enfrentarlo como condición imprescindible si se quiere que el país cambien en profundidad hasta lograr que todos se sientan como verdaderos ciudadanos/as con plenos derechos y obligaciones. En realidad, una ley contra el racismo y la discriminación no solo es oportuna sino de absoluta necesidad.

Sin embargo, el problema no se solucionará con un listado de penalizaciones como nos ofrece la Ley que ha sido aprobada. Las más graves manifestaciones de racismo y discriminación no están vinculadas a expresiones verbales. Lo realmente ofensivo y discriminatorio está en las actitudes tanto personales como sociales. La nueva Ley se queda atrapada en lo inmediato, en lo verbal, en lo personal, en lo comunicacional… Se queda en penalizar todo aquello que se podría considerar como insulto u ofensa. Es legítimo pero insuficiente. ....
Les invito a leer el artículo completo haciendo clic AQUÍ.